Rechazamos reconocimiento de la Academia Dominicana de la Historia, al General Ramiro Matos González

Reivindicación de la memoria de los héroes y mártires Manolo y Caamaño

Ante el reconocimiento otorgado por la Academia Dominicana de la Historia al General Ramiro Matos González, nos sumamos a los sectores que han reaccionado indignados ante ese despropósito.

La Academia Dominicana de la Historia es una institución vinculada al Estado, y por su actividad, es   al mismo tiempo   académica; que proclama estar al servicio del conocimiento y estudio del pasado, pieza clave en la formación y construcción de ciudadanía.

Resulta que el personaje objeto del citado reconocimiento cuenta en su haber actuaciones muy distanciadas de esa aspiración, cuando tuvo papel protagónico en el fusilamiento de dos héroes y mártires nacionales:  Manuel Aurelio Tavares Justo y Francisco Alberto Caamaño Deño. 

Como denunció hace un tiempo don Emilio Cordero Michel, la Academia de la Historia mantiene secuestrados documentos y archivos. 

Por conducta similar a la que ahora reprochamos, Joaquín Balaguer fue expulsado de una Academia, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en ocasión de la masacre de estudiantes en la calle Espaillat el 20 octubre 1961.

Siendo Manolo y Caamaño, dos casos señeros en la larga lista de deudas con la memoria histórica y reparación de justicia, ese reconocimiento al General Ramiro Matos González, deviene en afrenta grosera a nuestros héroes y mártires, al tiempo que es un estímulo a la impunidad que históricamente ha cubierto a quienes protagonizan crímenes de todo tipo bajo la cobertura del Estado.

El reconocimiento que condenamos, es otorgado en un contexto que los valores predominantes en la sociedad dominicana están cada vez más distantes de la decencia, la justicia y la dignidad humanas, por tanto, dicho reconocimiento viene a fortalecer ese derrotero.

Por esas razones, sin menoscabo de la pluralidad que defendemos debe primar en una institución académica que postula el conocimiento científico, consideramos debidamente fundamentadas las razones que reclaman la ADH revise la decisión que estamos cuestionando.

Finalmente, desde el PCT, nos permitimos expresar nuestra solidaridad con los familiares de los héroes y mártires que se han pronunciado en este sentido.


Partido Comunista del Trabajo

El nombre y la Obra del PCT están identificado en las páginas más luminosas de la historia de la lucha de clases, de la lucha social y política de los últimos años en la nación dominicana.

Con el PCT a la cabeza surgieron los Comités de Lucha Popular, que durante Abril del 84 sorteamos los cimientos de los sectores dominantes; quienes creyeron que le había llegado el día de rendición de cuentas.

Cabe destacar la labor de los camaradas del Comité Central, con los camaradas Rafael Chaljub Mejía y Manuel Salazar a la cabeza; quienes nos han dado segura perspectiva que nos han permitido a todos encontrar las más certeras vías y las más adecuadas soluciones a fin de llevar adelante las tareas revolucionarias por la emancipación del país.

Desde su fundación el PCT trabaja por erigirse en un partido fuerte, monolítico, portador de las mejores cualidades y aspiraciones del pueblo; por un partido revolucionario e internacionalista, marxista-leninista; por un partido que sea siempre joven por la edad y por la forma como actúen sus miembros; por el alto valor moral y político de su militancia.

Nosotros, los del PCT, somos herederos de lecciones imborrables de espíritu de sacrificio y entrega por lo mejor del partido de los mártires de la organización. Militar en el Partido no es un sacrificio, ni cualquier forma de vivir; es vivir a plenitud, es ser siempre el militante luchador por una causa justa, que trabaja y materializa con agrado aquello que quiere y en lo que cree; militar en el Partido es un orgullo que exige temple, disposición para superar cualquier dificultad y espíritu de sacrificio. Militar en el Partido es un privilegio que exige temple y disposición al combate.


Firmado por el secretariado del comité central:

Manuel Salazar 


No hay comentarios

Comenta tu opinión

Con la tecnología de Blogger.