La Musica

Yenny De La Rosa
LA MUSICA
La música es el arte de bien combinar el
sonido con el tiempo. Además, inspira la
musa de todo aquel que por medio de esta, demuestra sus emociones tanto alegres
como tristes en la plena compañía de la
soledad. Ella, es todo lo que mueve ese
espíritu vivo y soñador que dentro de sí tiene el ser humano, surcando sus
fronteras hasta el más inverosímil pensamiento, buscando cómo penetrar en lo
profundo y recóndito de los sentimientos.
En el libro de (Job 30:31 Nueva Versión Internacional) dice: “Se ha convertido en duelo mi arpa, y mi flauta en voz de los que lloran”.
Es decir, que el canto no sólo es para quienes tienen sus entrañas hinchadas de
entusiasmo; es también para aquellos que llevan una pena en el alma, por la
muerte de un ser querido o por un cariño incomprendido.
Por tal razón, la polifonía es el elixir
que se adentra en los corazones de todo enamorado, utilizando el canal de
los oídos y hacer vibrar cada sentido
del templo que Dios creó como cuerpo e impactando las conmociones vividas y
aquellas por vivir.
El filósofo Platón (427-347 A .C.) Expresa: “La música
es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. La música puede definirse
como la ciencia de los amores, entre la armonía y el ritmo”. Desde este
punto de vista, se puede aseverar la relevancia que tiene para toda persona, el
oír la sonoridad de una canción, querer
bailar y cantar cual si fuera un ejercicio imprescindible para el bienestar de
la salud tanto físico como emocional. El sonido es una técnica y a su vez ciencia.
Es importante para todo individuo escuchar
una hermosa melodía, no importa qué tipo
sea, logrando calar cada corazón,
provocando un remanso de paz y calma en medio de una tempestad. Por otra parte, en la filarmonía se pueden
encontrar palabras exactas a la hora de seducir un atesorado amor.
“En la dedicación de la muralla
de Jerusalén buscaron a los levitas de todos sus lugares para traerlos a
Jerusalén, a fin de celebrar la dedicación con alegría, con himnos de acción de
gracias y con cánticos, {acompañados} de címbalos, arpas y liras”. (Nehemías
12:27 Nueva Versión
Internacional). En otras palabras, la
gente daba gracias a Dios con júbilo alabando y glorificando su nombre por los
milagros obtenidos. Es por esto que esta
manifestación de gozo era intensa y ostensible por medio de esos instrumentos
que al unísono entonaban tan deleitante solfeo hacia el creador.
En conclusión, la música es el lenguaje
por excelencia de la humanidad para la comunicación oral y escrita, que junto a su tonalidad envuelve toda una melopea. Por
lo que todo ser viviente racional depende de una u otra forma de su cercanía y
contagio para ser posible la existencia de una manera màs sensible, coherente y
armónica a través de una composición poética.
Escrito por: Yenny De
La Rosa
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